Hoy empieza oficialmente el verano, por lo que
hoy es el día más largo del año, aproximadamente 15 horas para disfrutar de los
rayos del sol, las partículas cargadas de nuevas y renovadoras energías y soñar
con los tres meses maravillosos que nos quedan por delante para disfrutar de:
las playas, las piscinas, los picnic, los amigos, los romances, las fiestas,
las terrazas y esos maravillosos y espectaculares atardeceres a la orilla de la
playa.
Después de casi 9 años pasando la mayor parte del
verano en mi Islita, este será un verano diferente, en un lugar diferente, con
gente desconocida y nuevas y seguramente satisfactorias experiencias aún por
vivir. La verdad es que si lo pienso mucho me da un poco de vértigo imaginar
todo lo que puede estar por llegar en estos meses, ahora mismo estoy en
Barcelona, pero y ¿mañana?¿donde estaré mañana?, me gustaría tanto quedarme
aquí.
Barcelona me parece una ciudad preciosa, con un
encanto especial en cada esquina, donde te puedes encontrar a todo tipo de
gente, los bohemios, los pijos, los mal vestidos, los excéntricos, etc. y
después hay montón de gentes de distintos lugares del mundo, y yo soy una más
que forma parte de este gran núcleo de emigrantes.
Recuerdo hace un par de viernes salir por la
noche y que nos dijeran a mi amiga y a mí, ¡Buenas Noches Venezolanas! y yo
quedarme paralizada por un instante, darme la vuelta y preguntarle, ¿pero cómo
lo sabes?, me da que no me escuchó porque no obtuve respuesta. ¿Será que nos
escuchó hablar?, teniendo en cuenta la cantidad de nacionalidades que hay aquí,
no me extraña que reconozcan el acento venezolano, de modo que ¿sigo
conservando mi acento aunque lleve 9 años residiendo en Canarias? ó quizás ¿la
belleza de las mujeres venezolanas se puede palpar con tan sólo una mirada?
jajajaja, por algo dicen que somos las más bellas del mundo. No lo sé, pero tuve para sonreír toda esa noche con tan solo un buenas noches.
En fin, otra historia que se quedará guardada en
mi memoria, ahora son las 5 de la tarde y hacen unos maravillosos 25 grados,
así que me voy a desempolvar mis pantalones cortos y mis sandalias de verano
para salir a llenarme de todas las nuevas energías que trae esta época del año.
Les dejo una foto que tomé el domingo pasado en el Park Güell, desde de donde
se puede ver toda Barcelona y enamorarse de esta preciosa ciudad.
¡FELIZ VERANO!
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