Siempre he pensando que la felicidad no es un
estado de ánimo, si no una forma de vivir la vida, o eres feliz o no lo eres,
que todo depende de cómo quieras que sea tu experiencia en la tierra. Yo odio
encontrarme mal, me molesta sentirme triste, con angustia, con ese nudo en el
estómago que no te deja respirar y lo odio porque es tan fácil sentirse bien
hay tantas razones para sonreír, que no entiendo por qué a veces se me hace
difícil.
Ayer para mí fue un día maravilloso, me compré un
billete de tren y me fui a ver a unos primos que estaban pasando unos días en
un pueblito de la costa (Canet de mar) que está a una hora de aquí.
Desde que me monté en el tren ya sabía que el día
sería maravilloso, iba por toda la costa de Barcelona y no paraba de sonreír
viendo la inmensidad del mar, tan azul, tan claro, tan perfecto y en el
horizonte...en el horizonte un sol deslumbrante que podía llevarse todas los
pensamientos negativos y dejar solamente una sonrisa de oreja a oreja que me
sigue acompañando hoy.
Llegué y ahí me esperaba mi prima, la cual no
veía desde hace 4 años, la verdad es que es jodido estar lejos de la mayoría de
la gente que quieres, pero lo compensa cuando los vuelves a ver y es como si
sólo hubieran pasado unos minutos desde la última vez. En pocas palabras:
abrazos, besos, sonrisas, historias y sobretodo felicidad, mucha mucha
felicidad.
Luego vi a sus niños (los trillizos), la última
vez tenían casi 4 años y ahora casi 8, IMPRESIONANTE, el tiempo definitivamente
pasa volando. Tan bonitos, tan cariñosos, tan felices, tan niños, siempre he
dicho que no hay nada mejor que compartir con niños para darte cuenta de lo
bonita que es la vida y que con una sonrisa de un niño ya tienes para sentirte
plena durante todo un día.
Fuimos a la feria del pueblo y los niños y yo nos
montamos en una atracción, ellos tan despreocupados y yo tan asustada. Cuando
se paraba un momento hablaba con una de los trillizos y me decía: pero ¿por qué
tienes miedo? yo no quiero que se acabe nunca es tan divertido... y yo pensaba:
que guay es ser un niño, sólo tienes que preocuparte de divertirte y ser feliz
sin pensar en el que pasará. Para mí la atracción duró como 10 min, para ellos
no duró más de 2. Al final me bajé temblando por todas las zonas de mi cuerpo,
con una sonrisa de oreja a oreja y pensando, para ser sincera.....VALIÓ LA PENA.
Las energías las tengo recargadas al 100% soy muy feliz! y espero seguir sonriendo un largo tiempo.
¿Sonreirás tu también?¡pruébalo que la sensación que te deja en el cuerpo es maravillosa!
Aquí estoy y aquí seguiré hasta que la vida me diga lo contrario.
Ser Felices! o como diría el gran BOB MARLEY! DON'T WORRY BE HAPPY!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me encanta saber lo que la gente piensa de mis post, así que sea lo que sea que me quieras decir déjalo por aquí.