Los que no la tienen la deseen y los que la tienen la quisieran ver muy lejos. Ay (un suspiro) aquí estas otra vez, de nuevo a mi lado, mi gran amiga y mi compañera de pensamientos, tú, ¡¡¡soledad!!!
Vaya palabrita! creo que todos en algún punto de nuestras vidas la hemos deseado, deseamos estar totalmente solos, no tener que preocuparte por nada ni por nadie, hacer lo que quieras como quieras y cuando quieras. Algo así como sentirse ¡LIBRE! más que sea un día, un día entero alejados de la rutina, del trabajo, la familia, los amigos, el mundo en general. Estar sólo tú, tú corazón, tú alma y la soledad.
Sinceramente a mí nunca me ha gustado estar sola, siempre he tenido la necesidad de estar conectada con todo mi entorno, saber que todo y todos están bien, me hace sentir completa. Y claro, claro que más de una vez he pensado...QUIERO SALIR CORRIEEEENDO!!! o como diría Mafalda...
Pero prefiero mil años de querer salir corriendo a mil años con la soledad, porque a pesar de las peleas, de los gritos, de los llantos y los dolores de cabeza, no cambio un solo minuto de esos, por un día de soledad, porque gracias a esos momentos y a esas personas soy lo que soy ahora.
Somos seres humanos y como tales estamos totalmente capacitados para adaptarnos a los cambios y evolucionar (ya lo dijo Darwin muchos años atrás), pero yo tengo la firme convicción que en este aspecto no cambiaré, he evolucionado mucho a lo largo de los años y aunque es cierto, yo también disfruto de la soledad, si pudiera elegir...siempre la cambiaría por un minuto de: risas con mis amigos, abrazos con mi familia y bellos momentos rodeados de mi peña, de mi gente, de mis panas, de mis colegas. Ayyy, si cierro mis ojos y casi puedo tocarlos, casi puedo sentirlos ¡como los echo de menos!
Y vuelvo a la realidad, me descubro aquí en mi casa, con mi compañera soledad, pensando, ¿cuántas personas estarán como yo? ¿Hermano, ya has llegado a casa? ¿Estas sólo tu también?¿y tú Bolla? ¿ya cenaste?, que te aproveche amiga.
Nuestras vidas cambian, el ciclo sigue girando, y yo sigo avanzando. Ahora me acompañas soledad, pero no me preocupa, no, porque sé que mañana, mañana ya no estarás.....mientras tanto...¡Yo sigo soñando....nos vemos en mis sueños!
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