Tardes de domingo!

Un domingo más, domingo de lluvia, de recuerdos, de tranquilidad, de comer chocolate, quizás ver una peli mala en la tele, y a esperar que pase el día y empiece una nueva semana.

No, definitivamente no me gustan los domingos y menos si son de lluvia. Lo que apetece es quedarte en camita todo el día, tratando de no mirar hacía tu corazón no vaya a ser que vuelvan los recuerdos, tus sentimientos te invadan y vuelvas a sentir que algo te falta.

 

Son estos días los que suelen ser días de reflexión, los que sin quererlo miras por el retrovisor de tu vida y piensas en el pasado en vez de en el futuro, es inevitable no mirar hacía atrás, lo importante es evitar que estos recuerdos  duelan y que el sentimiento que te dejen sean de tranquilidad en vez de angustia.

 

Domingos de nostalgia, nostalgia por lo que una vez tuviste y ya no tienes, por los momentos vividos, ahora es cuando te das cuenta y dices....CUANDO ERAMOS FELICES Y NO LO SABÍAMOS, igual habría marcado una diferencia el haberlo sabido, habríamos disfrutado y vivido más plenamente cada segundo de esos momentos porque lamentablemente ya no volverán.

 

Puede que la lluvia no me deje salir de casa hoy, puede que sea una tarde aburrida y si, puede que alguna lagrima también se escape, pero no pasa nada, mi corazón está llenito de esperanza y mi mente de ilusiones porque sé que por ahí hay; amigos reencontrándose, parejas demostrándose el amor que sienten el uno por el otro, hijos ayudando a sus padres a arreglar cosas de casa, chicas ilusionadas contándoles a sus madres que serán abuelas y unos desconocidos mirándose por primera vez, dándose cuenta que ha saltado una chispa entre ellos y que a partir de ahora, nada será igual.

 

Si, un domingo diferente, ya he tenido muchos y sé que tendré muchos más, sólo hay que seguir el consejo que una vez me dió mi madre: Dale tiempo al tiempo, que el tiempo, tiempo te da!

 ¡Feliz Domingo!