Lo que no te mata te hace más fuerte

Desde que nacemos hasta que morimos la vida nos va poniendo pruebas en el camino, unas veces más duras que otras, para aprender de esas experiencias y crecer como ser humano. Siempre que pasa algo difícil de superar pensamos que es imposible salir a flote, que es demasiado duro, que la ansiedad nos comerá, que las lágrimas no dejarán de salir y que ya nada vale la pena.

 

Cuando entramos en ese círculo vicioso de tristeza, depresión y ansiedad parece que nunca se podrá salir, pero como dice el título de este post, "Lo que no te mata te hace más fuerte". Es difícil adaptarse a la nueva situación que toca vivir y más si ha venido tan inesperadamente, de estas que estás súper bien con todo y de repente PUMM! te dan un golpe por la espalda que nunca viste venir.

 

Todos hemos pasado por esto alguna vez y sé que es difícil y que por mucho que la gente te diga, todo va a estar bien, todo pasará, parece que es imposible. Pero no, no lo es, si que se puede salir del pozo, una vez llegados al fondo no se puede caer más profundo, solo toca recomponerse y empezar a escalar poco a poco hasta llegar al final y volver a ver la luz brillar, esa luz tan bonita que te hace sonreír cada mañana y afrontar otro nuevo día con alegría.

 

Porque un día malo lo puede tener cualquiera, es normal y puede que sea por causas ajenas que se escapan de tus manos. Pero si tienes muchos días malos la culpa no es de nadie más que tuya, cada uno está como quiere estar y tiene lo que quiere tener. Hay frases maravillosas que a mí por lo menos me llenan de esperanza, una de mis favoritas por Paulo Coelho es: Si eres lo suficientemente valiente como para decir ADIOS, la vida te recompensará con un nuevo, HOLA.

 

 

Para salir de esos baches, hay que ser fuerte, aceptarlo aunque no lo entiendas, aprender y seguir avanzado. Si no puedes volar entonces corre, si no puedes correr entonces camina, y si no puedes caminar, gatea, pero no pares, nunca pares.

 

Llevo un par de días un poco asustada, me he vuelto a plantear cosas que no tengo por qué plantearme, he vuelto a pensar en el futuro y en el pasado, en vez de pensar en mi presente. Me niego a estar así, nadie va a vivir esto por mí, ni a sentir esto por mí así que seguiré siendo valiente, seguiré luchando por lo que merezco, disfrutando de cada segundo de vida y sobretodo seguiré sonriendo. PA LANTE ES PA ALLÁ, y hacia allá me dirijo.

 

Les dejo una canción que me recomendó un amigo hace unos meses atrás (Gracias por presentarmela). Siempre que la oigo me llena de mucha alegría y tranquilidad, espero que a ti también.