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martes, 2 de julio de 2013

Seguiremos besando sapos!

Uno de los cuentos de hadas que nos han contado a las niñas desde que somos pequeñas, es  ese sobre la princesa que besa a un sapo y este se convierte en un príncipe, su príncipe, el amor de su vida y padre de sus futuros hijos.


A mí particularmente me encantan los cuentos de hadas, siempre me han encantado y seguramente siempre me encantarán, porque me parecen tan bonitos, tan románticos y tan perfectos, que siempre he pensado que sería maravilloso poder vivir más que sea una pequeña porción de ese sueño de cuentos, donde cuando encuentras el amor ó el amor te encuentra a ti, dura para toda la vida o hasta que salgan las letras THE END y una vocecita diga: Y VIVIERON FELICES Y COMIERON PERDICES.

El sábado hablando con una amiga me decía: pues nada Vir esto es lo que hay, nos tocará seguir besando sapos, y yo desde el instante que escuché salir esas palabras de su boca no pude parar de reírme, a lo que ella me decía: pues si amiga, ¿qué le vamos a hacer? hay que reír para no llorar y yo seguía sin parar de reír, no por nada malo si no porque me doy cuenta que todas (hablo en femenino porque no sé si esto les pasa a los hombres también) por muy sínicas que sean o poco creyentes en el amor, la realidad es que todas las mujeres soñamos con encontrar a nuestro príncipe azul y dejar de besar sapos.
 
Cada vez que conocemos a alguien que nos mueve el piso y que sentimos esa química indescriptible que pasa con muy pocas personas, soñamos y deseamos que sea este, que sea el que esperábamos, tiene que ser, es perfecto. O si por el contrario ya tenemos una pareja desde hace años con la cual somos extremadamente felices y nos enteramos que algún amig@ lo ha dejado con su amor, nos aferramos tanto al nuestro y pensamos, el nuestro no, el nuestro es fuerte, el nuestro es para siempre, tiene que ser así, tu eres mi príncipe y yo soy tu princesa y así será hasta el fin de los días.
Si, el amor, los cuentos de hadas, los sapos y las princesas es todo muy complicado, doloroso cuando acaba, pero EXTRAORDINARIO y MARAVILLOSO mientras dura. No sé cuántos sapos tendré que besar hasta que aparezca mi príncipe azul, el de verdad, el que sea para mí y para nadie más, tampoco sé si algún día aparecerá, pero me gustaría pensar que si, que todos tenemos a alguien esperándonos en algún lugar del mundo y soñando que algún día nos topemos uno frente al otro.
 
 
Sueño con mi destino, un buen destino, aquel en el que encuentras a alguien cuando ni siquiera lo  estabas buscando y ese alguien no es cualquier alguien, es el, siempre lo ha sido y siempre lo será.

2 comentarios:

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